
Son tan sensibles que cuando una mosca se posa en su orejota, la mueven pues les pica como nos pasaría a cualquiera de nosotros. Conocen a las personas de su entorno e incluso permiten que les acaricien.
Desgraciadamente sólo se les deja vivir unos pocos años. Son secuestrados de su hábitat y llevados en un zulo dentro de un camión hasta la plaza de toros, ¡es horrible! Sufren una barbaridad, están asustados. Luego en la plaza, lo que desean es escapar, ¡buscan una salida desesperadamente! Imaginalos de estar en ese hermoso prado tranquilamente a estar en un recinto cerrado donde van a morir, ¡y qué muerte!
Le clavan banderillas, puyas, le agotan, le zarandean, le golpean, le clavan una enorme espada y después en el matadero, todavía consciente, con un hacha le destrozan lo que queda de él. Empapado de sangre, sufriendo, llorando y con la mirada perdida suplica piedad y compasión. ¡Hasta dónde llega la crueldad de algunos seres humanos!
Ningún ser vivo ha nacido para ser maltratado por otro. Sí, en la Naturaleza existe la violencia, los carnívoros se comen a los herbívoros y los herbívoros a las plantas. Es algo inevitable. Sin embargo, esto no justifica la violencia y crueldad gratuitas tan frecuente en nuestra "civilizada" sociedad.

1 comentario:
amigo,. estas hablando con una vegetarina ...
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