
La imaginación de la pekeña niña 1565 se perdía en ese mar de cuentos con un final feliz, con un beso eterno, con muchas lágrimas predidas y una sonrisa por siempre.
No fue su culpa, ella quería defenderla, pero akellos soldados enlokecidos por la violencia la arremetieron y aprovecharon la asuencia de su marido. La niña perdida en ese espacio donde los pájaros vuelan, las balas relinchan y las vacas mugen gritos de horror. Jennifer se perdió entre la niebla y el humo del lugar y nunca mas volvió y desapareció.
1 comentario:
me encanta, esta hermoso en verdad... y el dibujo. ☺ bueno, tu ya sabes lo que pienso de lo que escribes. un abrazo enorme ☺
Publicar un comentario