Desterrado en la luna más alejada de tu voz
habitando el campo de los tulipanes amarillos
me encuentro muy incómodo
añorando volver a tu lugar.
Las huellas se empiean a borrar
y solo un recuerdo prevalece en el
desierto de tus senos.
Las imágenes proyectadas son ambiguas
y el abrazo prometido fue guardado
en un cuaderno, junto a tus regalos,
tu sonrisa y mi vigilia.
El sonido de los parlantes, lleva mis raíces
y lsa hojas comienzan a oxidarse
dando la señal screta para poder empezar.
Ya es medianoche y tu estás presente
me hablas y te escucho
te abrazas y te abrazo
te despiedes y me voy.
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